Un seguidor más.

                         

                                              Un seguidor más.
Un espacio digital en tu tiempo, abrazos intactos llenos de polvo y como no... sólo soy brillo en tu pantalla, poca batería y un mensaje. Sabes que existo, pero no me ves, solo relees una cadena de palabras hechas a medida por el mapa de mis ojos. Solo soy una incertidumbre formada por la casualidad y el destino. Me siento un seguidor mas... Nada mas que eso. Palabras y momentos mezclados en la imaginación. Desde la expectativa del corazón, el emisor de mis escritos, de mis ganas de crecer, sabe que no hubo palabra inventada para describir lo que sintió en aquel momento. Pero como una simple flor en un gigantesco árbol, como la cara oculta de la luna o cualquier ser vivo formando un coral, tan solo me siento ese pequeño granito de arena, como las plumas de un ave, como cada pelo erizado de tu piel. Y siento que jamas saldré de este cuadro luminoso, atrapado por mi odio al destino. Pasan los días y quisiera ser de esas personas que te ven a diario, te contemplan, te observan, saben que estas ahí, en tu realidad, en tu cielo, observando las mismas nubes. Quizás alguno de ellos tenga suerte y se de cuenta del oro al que esta observando. O quizás no, y te des cuenta tu, del oro que eres, pero de toda esa montaña de almas a tu al rededor, yo tan solo soy un seguidor mas... Solo fui unas cuantas vibraciones en tu bolsillo. Mensajes descriptivos, de tu magia, de tu incomparables ojos, de tu manera de ser. Sin insinuar una razón acertada. Mientras que algunos reciben el pan y no tienen ni dientes o los que recogen el fruto del árbol que jamas han llegado a sembrar, siempre se toparan con el éxito antes que la suerte. Pero yo mi suerte ya la gaste encontrándote a ti y el éxito fueron tus sonrisas. Ahora solo me queda estar en manos del destino porque las hojas de cálculo donde apuntaba mis expectativas les di la vuelta y ahora las uso de borrador, donde voy planificando tus sueños y deseos, para escalar esa montaña siendo cuadro, pantalla o seguidor. Y quizás algún día, el abrazo sea de verdad...