El beso

Ganas de salir corriendo a buscarte.

 Las ganas de mirarte como te mira la luna.

 Ganas de salir volando y colarme en tu ventana, para así cojerte de la mano y llevarte al cielo, donde los ángeles contemplan tus ojos, tu nariz, tu belleza.

 Y luego soltarte para dejarte caer entre mis brazos, separados por una mirada intensa, tu, yo... el tiempo se detiene, el corazón se acelera, las ganas de besarte aumentan y de repente los centímetros de espacio se convierten en un suave roce de labios, acaricias en las mejillas, el pelo detrás de tu oreja... 

  Inclinando la cabeza mientras siento, por un momento... una magia inexplicable procediendo de tus ojos, de ti.

Y luego te beso...