Mi guitarra

La vi y dije, es mía, me faltó dinero en aquel momento por lo que fui a por más y me la llevé. Nunca imagine que este instrumento podría llegar a enamorarme tanto, siempre me gustó pero nunca me hice la idea de aprender a tocar, ahora es lo único que quiero y hago, el cariño y el amor inmenso que le tengo me ah puesto a sentir incluso protegido, porque siento que con él nada es imposible, que nada te puede detener, es mi guitarra y mi castillo a la vez, la puedo sentir y siento que ella también, y que sus cuerdas solo me susurran; "nunca es tarde para soñar".

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