El aire se humedece y las calles empiezan a oler a tierra libre, a lluvia fresca empapadas en agua de nieve. Viento que nos rodea en el camino de un paisaje de montañas doradas en hojas amarillas esparcidas por el suelo. Árboles que dejan de beber agua tibia y guardan sus ramas desnudas en sus secretos. Es el otoño, escondido entre los troncos quien abriga las papilas gustativas de cada hoja seca ondeando con el viento, hasta caer relajadas sobre la suela de tus zapatos mojados y embarrados.
Siéntete como una hoja seca, llena de estación primaveral en tu cuerpo, otoños revoloteando tus sentidos y ama, aprende, disfruta de cada nueva estación, cada nuevo sabor que nos ofrece la preciosa madre naturaleza.
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